La toma de decisiones y el niño interior
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La toma de decisiones y el niño interior

Alguna vez nos hemos preguntado ¿Por qué tomamos una u otra decisión, aun en algunas ocasiones sin siquiera estar satisfecho/a con lo que hemos decidido?
Pues bien, echemos un poco el tiempo para atrás, para poder entender este tema.

Cuando somos pequeños, nuestros padres deben tomar las decisiones por nosotros. Más adelante, a medida que vamos creciendo, debemos ir tomando nuestras propias decisiones, empezando con cosas pequeñas, como que comer, como vestirnos y en que invertir nuestro tiempo.

Sin embargo, no todos tenemos o tuvimos la suerte de tener padres que nos llenaran de confianza para tomar decisiones. Algunos fueron sobreprotectores, otros nos llenaron de ideas equivocadas sobre que no teníamos capacidad para hacerlo, y algunos, más comunes, no nos dejaron crecer. Estas actitudes nos afectan cuando somos adultos, porque, a la final, seguimos buscando aprobación, porque aún no estamos “seguros” de lo que estamos haciendo.

Quiere decir que la culpa nos llena, nos hace infelices, y quien no es feliz, no puede hacer feliz a quienes están a su alrededor. Queremos hacer una cosa, pero el miedo nos paraliza, porque tememos ser “incapaces” de hacer lo correcto.

A veces lo “correcto” no es lo que te va a hacer feliz, por ejemplo, querer hacer un deporte extremo y considerar que para una persona tan vieja como tú no es “correcto” ese tipo de cosas de chicos.

Es tanto el miedo que sentimos de tomar el control de nuestra vida, que tomamos decisiones incluso con un fantasma sobre nosotros. “Mi padre hubiese querido que usara traje y no llevará jean”. Tu fantasma no está, pero te persigue. Aun siendo “grande” te sientes incapaz de ser tú mismo/a.
Es el momento de rescatar a nuestro niño interior, de enseñarle a tomar sus propias decisiones. Debemos empezar como un chiquitín que apenas empieza explorar el mundo. Pierde el miedo a equivocarte, porque del error sale el éxito. Deja de poner en otros a decidir sobre tu vida. Siente el orgullo de ser tu propio creador, tu constructor, el capitán de tu barco en el que emprendes la aventura de la vida.

Vivir en las sombras, no es una vida, es una cárcel construida ladrillo a ladrillo por ti mismo. Pero hay formas de ser libres, felices.
Animate! En la escuela del niño interior podemos guiarte, acompañarte, hacernos parte de tu proceso para que salgas de esa cárcel, de ese miedo, de esa culpa que no te deja ser feliz, para que tu vida cambie y ayudes a cambiar a quienes amas.

Soy Claudia Patricia Huertas Diaz, psicóloga, terapeuta de la escuela del niño interior. Hasta la próxima.

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