Mucho se ha dicho del EGO y como nos daña, se ha dicho que es una valoración excesiva y egoísta de sí mismo, también que es vivir en el futuro ideal, también que es la mente pensante que dirige nuestros pensamientos y acciones con la experiencia del pasado y la ansiedad del futuro.
El EGO, se ha pensado siempre como algo “inevitable y malo” que tenemos todos los seres humanos y que debemos luchar contra él para ser felices.
En realidad, se dice eso porque el EGO lo podemos también identificar con aquel que está pendiente de los demás para criticarlos, señalarlos, burlarse, para demostrar que están por debajo de ellos mismos, y eso es lo que nos hace sentir mal y muestra lo dañado emocionalmente que se está.
Realmente la razón para luchar “contra” el EGO es ser más felices, pues cuando el EGO es muy grande, nos sentimos señalados, amenazados, ansiosos, rodeados de ineptos y personas que no nos merecemos y que no valen la pena y nos desgracian la vida. Mientras más estamos en el EGO más miserables nos sentimos con nuestro entorno y aunque no lo queramos admitir con nosotros mismos y el mundo entero.
Luchar contra el EGO es la esperanza de acercarnos a la felicidad y mientras más nos aceptamos a nosotros mismos, más vamos a aceptar a los demás y mientras más reconocimiento y autoestima tenemos, menos defectos vemos en los otros.
¿Cómo identificar al EGO?
Todos lo tenemos y lo podemos reconocer a través de los demás, pues igual que en un espejo el EGO se refleja en lo que vemos de los demás en nosotros mismos nunca lo vemos porque nos nubla la vista, solo lo vemos afuera.
Cuando tú ves a alguien que admiras, y te pones a pensar en las razones por las que la admiras y si eres muy, muy sincero contigo mismo, te vas a dar cuenta que esas razones por las que admiras a esa persona están dentro de ti, hacen parte de ti. Eso es el espejo que nos muestra nuestro EGO.
Igual si alguien te cae pesado es porque te muestra tus propias características. Te daré un ejemplo: en un grupo de amigos llegó alguien que era muy pesada para la mayoría, incluso para mí y como estábamos en esta reflexión del espejo que nos hacen los demás, me puse a pensar que era eso que hacía que me cayera mal esta persona. Por supuesto no fue fácil porque es mejor creer que la del problema es la otra persona.
Sin embargo, hice el ejercicio durante una semana y luego cuando nos volvimos a reunir algo me hizo clic y me di cuenta que era descaradamente sexual y sexy… inicialmente casi se me cae la mandíbula con la sorpresa de ese espejo que ella me hacía.
Entonces comencé a mirarla sin juzgarla, solo traté de imaginar que era algo que veía por primera vez en mi vida y me di cuenta que en realidad me encantaría ser así de sexy, pues se le veía muy natural y provocativa… Por supuesto hoy en día me encanta y la admirado por sus cualidades.
Eso me hizo pensar que tengo una mujer provocativa que no me atrevo a dejar salir; que hay algunas razones por las que me apena mostrarla y disfrutármela.
Me di cuenta que eso era el EGO que me mostraba una parte de mi ser deformado a través de ella. Es por eso que más que luchar con el EGO debemos aprovecharlo para conocernos y sanarnos, es una gran oportunidad de ver nuestras propias heridas, es como un maestro interno que está allí mostrándonos como nos sentimos en realidad con nosotros mismos.
¿El EGO se muestra como espejo?
Más bien podemos verlo a través del espejo que son los demás para cada uno de nosotros, sin embargo, también lo podemos ver cuando nos sentimos heridos con los comentarios de otros, cuando permitimos que la energía negativa nos inunde con lo que dicen o hacen otras personas.
Si esos comentarios los tomamos como algo no personal y los miramos con objetividad, pensando que quizás lo hace porque algo le toca a esa persona y no a ti, te sientas mejor y si ves que algo de eso es cierto, es bueno tomarlo sin drama y con el agradecimiento que da el poder conocernos más cada día, de abrir nuestra propia conciencia
Lo mismo ocurre cuando sientes que siempre quieres ganar y tener la razón por encima de todo, sin pensar si esa discusión en la que quieres ganar y tener la razón, vale la pena las consecuencias para tu propio interior.
Cuando sientes esa gran necesidad interior de tener la razón, de ganar esa discusión a costa de lo que sea, debes recordar que no eres tú, es tu EGO quien está haciendo la pataleta y el drama, es él quien necesita tener la razón, no tú.
Es el EGO quien necesita sentirse superior a los demás para poder sobrevivir, pues si en tu alma reconoces y sientes que eres igual a todos los seres humanos, no sientes la necesidad de demostrarle a nadie que eres mejor, es el EGO apoyado por la falta de autoestima quien necesita ponerse por encima para lograr sentirse al nivel de los demás.
Cuando sientes que es necesario que los demás conozcan tus logros y te los reconozcan, es porque tú mismo no te has hecho el suficiente reconocimiento y el EGO aprovecha para salir adelante y buscar el crecimiento a través del reconocimiento que le hagan los demás
Por supuesto todos sabemos que el reconocimiento que nos hacen los demás, si no lo hemos hecho primero dentro de nosotros mismos, nos dura solo unos cuantos minutos.
El auto reconocimiento es muy importante porque nos aumenta nuestra autoestima de manera poderosa y así no necesitamos el reconocimiento de los demás y si lo tenemos lo disfrutamos de manera humilde porque sabemos que, así como yo lo hice, lo puede hacer también la otra persona.
El EGO es una parte importante de cada uno de nosotros y lo principal es mirarlo sin juzgarnos y aprovechar para conocernos y fortalecer esas partes nuestras que quizás sin saberlo las tenemos en lista de sanación y expansión de la conciencia y al expandir nuestro autoconocimiento sin juzgarnos y aceptándonos con amor, nos sentimos más completos y podemos ver a los demás de igual manera, por eso el verdadero amor en la familia, en la pareja, con el trabajo es mucho más satisfactorio y pleno cuando tú has hecho tu trabajo de conocerte a ti mismo y el EGO es una maravillosa herramienta si la usas correctamente.
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