¿El Niño Interior si es Real?
Mucho hemos oído del tema del niño interior, pero pocos son los que pueden contactarse todos los días con ese “otro yo” que puede hacernos inmensamente felices.
Si, somos adultos, actuamos como tal, tomamos decisiones todos los días, pero ¿Dónde nació esa forma nuestra de ver el mundo? Nació de un pequeño niño que fuimos algún día y que aprendió a resolver las situaciones diarias por medio de la experiencia.
Algunas infancias fueron plenas y felices, otras no tanto. A veces, lo que para una persona puede ser traumática, para otra no. Podemos durar toda la vida pensando que no somos guapos, inteligentes, dignos de la felicidad, y todo gracias a lo que nuestro “pequeño yo” aprendió.
¡Pero no podemos cambiar el pasado! Es cierto, pero si podemos cambiar nuestro presente y nuestro futuro. Muchas de las ideas irracionales sobre el mundo y la vida pueden cambiarse. Podemos volverle a explicar a ese niño, ahora siendo adultos, cuáles fueron las circunstancias que se presentaron en ese momento quitando para siempre sentimientos de culpa, dolor y rechazo que aun hoy siendo adultos pueden impedirnos ser feliz.
Las personas conectadas con su niño interior son más felices, porque sus heridas han sido sanadas. Cuando nos permitimos perdonarnos y perdonar a los demás, todo el peso de esos sentimientos negativos desaparecen, y nos dejan tiempo para lo más importante, por ejemplo, disfrutar de cada día de nuestras vidas, de nuestros logros y aprender sin dolor de nuestros fallos.
El niño interior es real.
Aunque queramos ocultarlo, siempre sale a saludarnos recordándonos lo que nos dolió en ese momento y lo que nos dolerá toda la vida. Cuando tu niño interior está sano, incluso puedes consultarle sobre el tema más importante para cualquier ser humano y este es, como vivir siendo más felices.
Abraza a tu niño interior y deja que él te llene con su amor.
Nuestro niño interior pudo haber aprendido cosas erróneas, por ejemplo, que amar siempre duele, que la gente es mal intencionada, o simplemente, que no merece ser feliz porque eso no fue creado para él. Cuando abrazamos y cuidamos de este “pequeño yo”, él vuelve a saltar, reír y expresarse con la seguridad de ser importante y digno de todas las cosas buenas de este mundo.
Si te da miedo dejarlo salir y enfrentarlo, estamos aquí para ayudarte.
Y ahora bien… ¿Qué tan feliz esta tu niño interior?
CLAUDIA PATRICIA HUERTAS DIAZ
PSICÓLOGA Y PSICOTERAPEUTA
ESCUELA DEL NIÑO INTERIOR
T.P. 121852 de COLPSIC
300 471 9686 Medellín Colombia
Maravilloso artículo, cuando sanamos el niño interior, el adulto del presente vive en equilibro y control de su propia vida.
Gracias por compartir.